Las casas pasivas no constituyen una marca, sino un estándar de construcción cuyo origen se remonta a la Alemania de los años 90.
Por eso, también es conocido el concepto Passivhaus (término en alemán).
Este concepto de construcción internacional ha sido desarrollado y ejecutado con unos resultados increíbles a lo largo de veinte años,
período en el que las técnicas han evolucionado y se han ido perfeccionando hasta el momento actual.
Hoy en día, se trata de un sector asentado y con gran proyección, debido al contexto medioambiental crítico en el que se encuentra nuestro planeta.
Tabla de contenidos
Razones de peso
Desde la Primera Revolución Industrial, la emisión de CO2, nitratos y otros gases que provocan el efecto invernadero
y reducción de la capa de ozono no han hecho más que crecer.
Últimamente, el término efecto invernadero ha quedado, incluso, en desuso y tanto los medios de comunicación
como las instituciones y los expertos que trabajan en materia ambiental hablan ya del proceso de cambio climático
que sufre nuestro planeta, cuyos efectos son más que notorios.
En esto contexto, la ética ecológica ha comenzado a jugar un papel importantísimo en el desarrollo de cualquier actividad,
incluida, por supuesto, la construcción.
De hecho es uno de los puntos clave a tratar, ya que el consumo energético y los gases que se producen en las viviendas
son parte fundamental del problema y unos de los principales caballos de batalla.
Los llamados millennials, la generación nacida al amparo de la revolución tecnológica, poseen un alto grado
de concienciación acerca de la necesidad de promover una actividad global enfocada a paliar esta situación y revertirla.
Es por ello que la construcción sostenible ha crecido tanto, ha acaparado el mercado y ha propiciado el auge de las casas pasivas.
Empresas con conciencia
Muchas empresas, conscientes de la necesidad de reducir al máximo el impacto doméstico de la actividad humana
y del propio proceso de construcción y de los materiales empleados, han apostado por desarrollar proyectos arquitectónicos inteligentes.
El objetivo principal de estos consiste en utilizar primero la arquitectura (formas, espacios y materiales)
como medio para reducir el despilfarro térmico y la inclusión de fuentes de energía limpias y sistemas de gestión.
El concepto de casas sostenibles se centra en dos puntos clave a la hora de respetar el medio ambiente:
– Emplear materias primas lo más naturales posibles (hormigón armado y neopor) e intentar reducir todo lo posible la utilización de productos y tratamiento químicos.
– Maximizar el ahorro energético a través de un aislamiento cualitativo y aprovechar la luz natural para reducir el consumo del inmueble.
Este tipo de construcciones requiere un estudio y tratamiento que implica del apoyo de todos los trabajadores
y procesos que se desarrollan hasta que la casa está terminada: arquitectos, aparejadores, jefe de obra, industriales, equipos…
La actuación se hace de forma global y siguiendo una línea marcada y estricta.
Passivhaus es un estándar de construcción de edificios energéticamente eficientes, con un elevado confort interior y económicamente asequibles.
Vivir sin consumir energía
Como te explicábamos, el objetivo principal de las casas pasivas es conseguir unos elevados niveles de confort ambiental en su interior a través de un consumo energético muy bajo.
Teniendo en cuenta el abuso que las compañías energéticas llevan a cabo en nuestro país,
ha llegado, incluso, a hablarse del término «hipoteca energética«, el cual hace referencia a la gran cantidad
de recursos económicos que las familias deben destinar a las facturas de la luz, del gas y del agua.
El aumento en el precio de las facturas y las constantes subidas de impuestos han sido determinantes
también para los compradores a la hora de decidirse definitivamente a vivir en un edificio sostenible, ecológica y económicamente hablando.
Las casas pasivas, además, tienen un precio muy asequible, que nos permite amortizar sobradamente la inversión realizada en un plazo de tiempo bastante corto.
¿Cómo lo conseguimos?
En términos generales, las casas pasivas se erigen a través de sistemas y materiales que permiten aprovechar
la energía y luz natural durante la época invernal y minimizar el calor que genera la radiación solar cuando llega el verano.
De esta forma, se conserva el calor absorbido durante el día, en invierno; y se disipa, en verano, sin realizar ningún cambio.
Las casas pasivas emplean recursos de lo que conocemos como arquitectura bioclimática,
que combina la eficiencia con la reducción en el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración.
Estos edificios están pensados para aprovechar luz y radiación solar lo máximo posible y utilizar el alto nivel aislamiento
y los sistemas de ventilación para recuperar el calor con el flujo de aire.
Estos parámetros son aplicables a cualquier diseño arquitectónico y sistema de construcción y se basan en 10 claves,
que rigen el proceso para construir una casa pasiva. Son los siguientes:
1- Arquitectura bioclimática
Es fundamental para un edificio eficiente realizar previamente un estudio tanto del clima, como de la orientación,
del volumen, de la forma y de la captación de radiación solar que recibe.
Las estructuras que rodean al inmueble también deben ser analizadas, ya que las sombras afectarán directamente a la incidencia o no incidencia de la radiación solar y, por tanto, al calor que acumule.
2- Aislamiento térmico
Es otro punto crítico, ya que un edificio con un mal aislamiento térmico puede consumir hasta un 30 % más de energía.
Sin embargo, una actuación que ponga el foco en este aspecto e introduzca sistemas para un alto aislamiento se traducirá en una reducción de la pérdida de calor en invierno y una correcta ventilación en verano, con el consiguiente beneficio económico. Esto se ha conseguido gracias al desarrollo de los materiales de construcción y a la forma de emplearlos.
3- Eliminación de puentes térmicos
Se considera puente térmico a una zona de alta conductividad de los materiales (o poco espesor) donde se transmite más fácilmente el calor, perdiéndolo o acumulándolo.
Se conoce como rotura de puente térmico a las actuaciones para evitar este fenómeno, muy habitual en las casas y los edificios comunes.
4- Ventanas
Es uno de los principales puntos de fuga o entrada de calor. Se estima que el 30 % del gasto en calefacción proviene de evitar esta pérdida de calor en invierno. Para una alta eficiencia, las casas pasivas incluyen ventanas de calidad y correctamente instaladas con el fin de evitarlo.
5- Recuperación de calor
Consiste en un sistema de ventilación mecánica que renueva el aire interior que cruza al aire que entra (frío) con el que sale (caliente) y absorbe parte de ese calor sin necesidad de emplear ningún sistema de calefacción.
6- Estanqueidad
Consiste en tener especial cuidado en la estanqueidad al aire. Se sellan absolutamente todas las uniones entre materiales, para evitar cualquier infiltración.
7- Confort
Se consigue gracias al equilibrio de calor en todas las estancias y a la calidad del aire que se filtra, elimina polvo, dióxido de carbono y polen y no se vicia. Además, el aislamiento acústico nos permite disfrutar de una casa tranquila y sin ruidos indeseados.
8- Salud
Los expertos en salud aseguran que el aire filtrado reduce la sensación de cansancio y jaquecas, la sequedad del sistema respiratorio y hasta la irritabilidad ocular. Además, mejora el estado de las personas con determinadas enfermedades respiratorias, como el asma.
9- Eficiencia y rentabilidad
Las casas pasivas son eficientes por su bajo consumo, lo que, proporcionalmente, las convierte en casas más económicas. Aparte, son hogares increíblemente sostenibles, ya que el dioxido de carbono que deja de emitir una casa pasiva de 175 m2, anualmente, equivale al CO2 que absorben 500 árboles en el mismo período de tiempo. El sobrecoste es mínimo y se rentabiliza en un plazo de cinco a diez años.
10- Certificación
A través de pruebas técnicas, se certifica que una casa es pasiva y, por tanto, se ajusta a los requisitos oficiales que constatan tanto los niveles de confort interior como el ahorro energético de cara al comprador.
Más que una forma de construir
Más allá de lo que se pueda pensar, la construcción pasiva no es solo una forma de edificar.
Como te decíamos al principio, es un estándar que reúne una serie de puntos de actuación cuya base se encuentra en el ahorro energético.
Para ello, debe cumplirse una serie de normativas y criterios específicos y debidamente certificados.
El concepto de edificios cuyo consumo de energía es prácticamente nulo (NZEB) fue aprobado
por la Directiva Europea 2010/31/UE, relativa la eficiencia energética de los edificios.
El rasgo principal de esta forma de edificar es desmarcarse de la construcción tradicional que se ha llevado a cabo hasta ahora,
agresiva y poco o nada respetuosa con el medioambiente.
La premisa ahora es dar forma a hogares cuyo consumo energético sea muy bajo,
así como la reducción de las emisiones de dióxido de carbono habituales en la gran mayoría de inmuebles
y utilización de materiales y tratamientos respetuosos con el medio ambiente.
La innovación a la hora de desarrollar materiales (hormigón armado y relleno de neopor)
y técnicas de construcción ha sido crucial para dar forma a las casas pasivas. Si tienes cualquier duda, pregunta con total libertad.
En Maison Plus construcciones sostenibles estamos especializados en la construcción de casas y edificios sostenibles y casas pasivas con parametros bioclimáticos,
con un alto grado de confort al mejor precio del mercado.