La construcción eficiente es el futuro de las construcciones y la más beneficiosa a nivel de eficiencia y Confort,
debemos saber que los inmuebles son los responsables de al menos el 40% de consumo de energía.
Eso significa que también son los causantes de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En este sentido, la descarbonización de los hogares y edificios debe ser una tarea prioritaria a partir de ahora.
Sobre todo porque para 2050, las emisiones que provengan de los edificios deberán ser nulas.
El sistema Passivhaus lleva ya varias décadas trabajando en este sentido, aunque en España es aún un estándar novedoso.
Se trata de un sistema de construcción eficiente con unos parámetros de cumplimiento muy exigentes. (ver viviendas sostenibles)
La palabra, de orígen alemán, significa en castellano casa pasiva y se refiere al conjunto de medidas constructivas
aplicadas a los edificios que permiten mejorar el aislamiento térmico, un control exhaustivo de las infiltraciones de aire,
la mejora de la calidad del aire interior de los mismos y, por último,
el aprovechamiento de la energía solar como fuente de climatización y de mejora de la eficiencia energética de los edificios.
Como decíamos, este estándar de construcción eficiente no es nuevo. Fue creado por Bo Adamson y Wolfgang Feist en los años 80.
Así en 1990 se construyó el primer edificio utilizando las técnicas constructivas Passivhaus en la localidad alemana de Darmstadt.
Sin embargo, no sería hasta seis años después que se fundaría el Passivhaus Institute
con el objetivo de difundir las normas y aplicaciones de este estándar de construcción eficiente.
Como es lógico, desde entonces se han construido miles de casas siguiendo las normas del estándar Passivhaus,
pero también se han ido incorporando, actualizando y mejorando los procesos y técnicas que conlleva este estándar de construcción eficiente.
Además ha servido de inspiración y modelo para otros estándares respetuosos con el medio ambiente que han surgido después.
Tabla de contenidos
¿En qué consiste el estándar de construcción Passivhaus?
Los edificios construidos bajo la normativa Passivhaus consiguen reducir su gasto energético
drásticamente gracias a una serie de medidas encaminadas a mejorar la eficiencia.
Incluso se puede hablar de una reducción del 70% del gasto energético del edificio.
De esta manera, es sencillo cubrir el resto de necesidades energéticas del mismo
a través de la instalación de fuentes de energía renovable como son la eólica o la fotovoltaica.
Así, la clave de este sistema no está en el uso de materiales de construcción específicos o
un estilo constructivo concreto sino gracias al uso de técnicas pasivas y la optimización de recursos existentes.
Un ejemplo de ello sería estudiar la localización de las ventanas para aprovechar
al máximo el calor del sol para calentar el habitáculo en invierno y mantener la estancia fresca en verano.
Concretamente el sistema Passivhaus se centra sobre todo en mejorar el aislamiento para evitar cambios de temperatura excesivos.
En este sentido, podemos destacar cinco aspectos sobre los que trabaja especialmente.
Aislamiento térmico:
Se refuerzan las paredes, los techos y el suelo con materiales que optimizan el aislamiento.
Así se evita la pérdida de temperatura en invierno y en verano, manteniendo una confort térmico todo el año.
Ausencia de puentes térmicos:
Para trabajar bien el aislamiento es conveniente evitar que se interrumpa el aislamiento en esquinas o recovecos.
Ahí es donde puede haber roturas de puente térmico al suponer una fuga de temperatura.
Ventanas y puertas:
Al igual que en el punto anterior, todos los huecos abiertos en la envolvente pueden suponer una grieta en el aislamiento.
Por eso, la instalación de ventanas y puertas debe ser cuidadosa.
Los vidrios de las ventanas serán dobles o triples y rellenos de gas inerte.
Por otro lado, serán bajo emisivos para que el calor quede irradiado hacia el interior en invierno y al exterior en verano.
Hermeticidad:
Se trata de conseguir que el interior del edificio sea lo más hermético posible.
Por eso se cuida la ejecución de las juntas y el circuito de aire interior a través de la ventilación mecánica.
Igualmente se realiza una prueba de presión llamada Blower door que consiste en colocar
un gran ventilador en la puerta creando una diferencia de presión entre el interior y el exterior.
Un resultado óptimo será aquel que sea inferior a 0.6 renovaciones de aire por hora, en un diferencial de presión de 50 pascales.
Ventilación mecánica:
Eel sistema Passivhaus aprovecha el calor que generan los seres humanos residentes en el edificio
y también los electrodomésticos para calentar el aire frío entrante antes de evacuar el aire viciado del interior.
De esta manera, se instala un sistema de ventilación mecánica de doble flujo
con recuperador de calor que permita una ventilación natural controlada y eficaz.
Esto supone un gran ahorro energético y económico en climatización y aumenta notablemente el confort dentro de la edificación.
Ventajas del sistema constructivo Passivhaus
Una de las principales ventajas que tiene el sistema constructivo Passivhaus
es que consigue un consumo muy bajo de energía, sobre todo para la climatización y la refrigeración.
En este sentido se calcula que con el sistema Passivhaus se podría llegar a conseguir una mejora del rendimiento energético del 70% respecto al consumo estándar de un edificio nuevo.
En este sentido, el estándar de construcción Passivhaus ofrece las siguientes ventajas fundamentales.
Ahorro económico y energético:
Al mejorar el aislamiento térmico del edificio impide que se desperdicie energía.
También lo consigue a través de un diseño que favorece que el interior del edificio
se mantenga fresco en verano y cálido en invierno, aprovechando la orientación y la luz del sol.
De este modo, se ahorra en calefacción y refrigeración que es el elemento que más consumo produce en un edificio.
Eficiencia:
Mejorando el aislamiento térmico, eliminando puentes térmicos, carpinterías y vidrios de altas prestaciones,
control de la hermeticidad y ventilación con recuperador de calor.
Calidad del aire:
Es de obligado cumplimiento la ventilación en los edificios para expulsar el aire viciado
y que los residuos de paredes, suelos, productos de limpieza y otras sustancias nocivas sean expulsados al exterior.
Sin embargo, el estándar Passivhaus utiliza un sistema de ventilación mecánica que además optimiza el calor generado dentro del edificio.
Confort:
El estándar Passivhaus permite mantener un edificio a una temperatura constante de entre 20 y 25 grados todo el año,
evitando grandes diferencias térmicas entre las distintas estancias e independientemente de la temperatura externa.
Así se puede disfrutar de una confort térmico constante y evitar picos de consumo de energía.
Esto lo consigue a través del perfecto aislamiento de la envolvente,
evitando puentes térmicos y con cerramientos herméticos en puertas y ventajas.
Inversión a largo plazo:
El sobrecoste que puede suponer llevar a cabo estos cambios en un edificio se amortiza
en un plazo corto de tiempo dado el ahorro que supone en las facturas eléctricas.
También hay que tener en cuenta que este tipo de medidas de mejora de la eficiencia energética
puede suponer una revalorización de edificio ya que la normativa europea es estricta en este sentido,
y cabe pensar que lo será más en las próximas décadas.
Aunque las exigencias climáticas no son las mismas en cada región del mundo,
una casa Passivhaus situada en clima mediterráneo debería cumplir éstas cuatro condiciones:
Demanda máxima de energía útil para calefacción, 15 kWh/m2 año.
Demanda máxima de energía útil para refrigeración, 15 kWh/m2 año.
La envolvente del edificio no debe tener una estanqueidad mayor que 0,6 volúmenes/h
El consumo máximo de energía primaria para calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria y electricidad debe ser de hasta 120 kWh/m2 año.
Diferencias con el Estándar de Construcción WELL
A pesar de tener que asegurar unos parámetros muy estrictos,
el sistema Passivhaus ha evolucionado a lo largo de los años y permite gran libertad a la hora de utilizar
distintos materiales para la construcción eficiente porque su objetivo
es conseguir aumentar la eficiencia lo máximo posible aprovechando los recursos disponibles.
En este sentido y, como venimos diciendo en el artículo, el sistema Passivhaus
centra sus esfuerzos en mejorar la eficiencia energética del edificio sobre todo,
en aspectos como la climatización y la refrigeración. Sin embargo,
el estándar de construcción WELL hace una aproximación más completa al proceso constructivo
y sobre todo aboga por una promoción absoluta de la salud de los inquilinos de estos edificios.
Así, el estandar de construcción WELL tiene en cuenta además la composición de los materiales
utilizados para comprobar que no dejan residuos nocivos para la salud.
También analiza la calidad del aire interior y el agua en busca de posibles tóxicos.
Además promueve un estilo de vida saludable no solo mediante el fácil acceso a productos frescos,
naturales y de economía local sino que fomenta la práctica de ejercicio físico como vía fundamental para la obtención de salud.
Aunque España es un país que aún no ha aprovechado todo el potencial que ofrecen este tipo de estándares
de construcción eficiente y saludable, deberá comenzar a concienciarse acerca de las inmensas posibilidades que ofrecen.
No solo para mejorar la eficiencia energética de los edificios ya construidos sino de cara a la obra nueva que se construya en el futuro.
Conseguir rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro país
y cumplir con las exigencias europeas debe ser una prioridad en nuestras agendas a corto plazo.
Agradecemos la aportación de información y verificación de datos en este post a:
CLIO BERUETE
Periodista especializada en temas medioambientales y sostenibilidad constructiva