Una vivienda sostenible es una vivienda diseñada bajo criterios de construcción pasivos con un consumo energético casi nulo (NZEB) que utiliza al máximo los recursos naturales con el fin de reducir los consumos energéticos de la vivienda.
Este sistema constructivo ecológico está basado en unos criterios de diseño bioclimático que permiten el aprovechamiento de la energía y la luz natural durante el invierno y la minimización de la incidencia solar durante el verano.
Al mismo tiempo, las altas exigencias técnicas y constructivas, contribuyen al excelente acondicionamiento térmico conservando todo el calor absorbido en invierno y disipándolo en verano.
El objetivo principal de las viviendas sostenibles es obtener elevados niveles de confort interior manteniendo un consumo energético por debajo de un 80% respecto a una vivienda basada en la construcción convencional, contribuyendo así en un importante ahorro en los consumos y en la factura energética.