Además de contar con una vivienda respetuosa con el medioambiente, los propietarios podrán beneficiarse de incentivos fiscales estipulados en la
normativa vigente.
Todo un cúmulo de ventajas que hacen de este tipo de viviendas la opción perfecta para aquellos que estén buscando establecerse en una nueva casa más acorde a sus necesidades.
Hablando de cifras, la reducción de consumo de energía de una casa pasiva con respecto a una vivienda tradicional puede alcanzar el 90 por ciento.
Y todo ello sin cambiar los hábitos de consumo, lo que supone una clara ventaja respecto a las viviendas tradicionales.
Del mismo modo, como si de bunkers se tratase, las casas de hormigón se alzan como una opción de suma seguridad, resistente a los avatares meteorológicos y climatológicos adversos, sin que ello repercuta en el confort presente en todas las estancias interiores.
Todo ello avalado por diferentes certificaciones de calidad.