Para conocer los beneficios del estándar de construcción WELL, debemos tener en cuenta que la salud es el mayor tesoro que tiene el ser humano.
Por eso, vivir más y mejor es una de las principales máximas del Wellness y, por ende, del Wellness Real Estate.
Porque además esta disciplina constructiva considera acertadamente que la buena salud viene dada por la prevención y,
por ello, busca y aplica las medidas que ayudan a mantener y preservar las salud empezando por nuestros hogares,
aunque también se puede implementar en todo tipo de edificios.
Las actuaciones que se llevan a cabo en las rehabilitaciones de viviendas o en aquellas viviendas de nueva construcción tienen muy presente los aspectos relativos a la salud de sus futuros moradores, además de la eficiencia energética y el respeto por el medio ambiente.
De esta manera las Wellness Lifestyle Homes tratan de evaluar y someter a los inmuebles a los criterios del estándar de Construcción WELL cuyo objetivo principal es crear un espacio saludable para nosotros.
Los parámetros incluidos en el estándar del construcción WELL incluyen una serie de actuaciones a acometer para preservar la salud de los distintos grupos de órganos.
En este post vamos a tratar los beneficios que tienen este tipo de actuaciones en el sistema respiratorio.
Tabla de contenidos
- 1 El sistema respiratorio clave para una buena salud
- 1.1 Estándares de calidad del aire:
- 1.2 Calidad de materiales en acabados:
- 1.3 Control de la humedad y evitando la aparición de moho:
- 1.4 Inyección de aire:
- 1.5 Manejo de filtraciones de aire y aumento de la ventilación:
- 1.6 Entrada limpia y protocolos de limpieza:
- 1.7 Minimización de la combustión:
- 1.8 Artículos relacionados
El sistema respiratorio clave para una buena salud
El sistema respiratorio está compuesto por los pulmones, las vías respiratorias y las mucosas que las recorren.
Éste sirve como primer filtro del organismo para detectar agentes tóxicos, virus y bacterias.
Precisamente por ello, estos órganos se ven rápidamente afectados por entornos con mala calidad del aire.
De hecho se ha comprobado que una mala calidad del aire está directamente relacionado con al menos una de cada ocho muertes en el mundo.
Los altos niveles de contaminación ambiental a los que hoy día estamos expuestos hacen especialmente importante impedir que la mayor parte de estos agentes no puedan entrar en nuestros hogares.
Alergias, asma, afonías, carrasperas o moqueos frecuentes tienen que ver muchas veces con un entorno mal ventilado o la existencia de contaminación ambiental persistente.
Las medidas contenidas en el estándar de Construcción WELL pueden reducir la incidencia de estas patologías e,
incluso, pueden conseguir todo lo contrario ayudando a fortalecer el sistema respiratorio.
Un hogar wellness comienza diseñando y aplicando sistemas de renovación del aire interior con filtros de alta eficiencia.
El propósito de esta actuación es conseguir un hogar bien ventilado, cuyo aire circulante esté limpio,
sin agentes tóxicos ni microbianos, a la vez que ayuda a mantener el grado de humedad óptimo para una buena salud respiratoria.
Al igual que ésta medida existen muchos aspectos que se pueden optimizar para mejorar la calidad del aire interior de un edificio.
Aspectos a tratar para mejorar la calidad del aire interior
Como hemos empezado a explicar la buena calidad del aire del interior de una vivienda es vital para preservar la salud.
Primero apuntemos a qué nos referimos cuando hablamos de una buena calidad del aire.
Un aire limpio es aquel cuyos niveles de oxígeno son los adecuados y que además no hay presencia de agentes contaminantes ni tóxicos para el ser humano.
De ahí que el estándar de Construcción WELL trabaje distintos aspectos tanto constructivos como de hábitos saludables en los edificios.
Estándares de calidad del aire:
Este aspecto se controla a través de la instalación de instrumentos de toma de datos que controlan distintos parámetros,
como pueden ser los niveles de partículas de dióxido de carbono presentes en el ambiente.
También se miden otras sustancias volátiles como el formaldehído u otros agentes que pueden resultar nocivos para la salud como el gas radón o el monóxido de carbono.
Una medida muy efectiva también es la colocación de un extractor de plasma que transforma el dióxido de carbono en oxígeno.
En este sentido y aunque se trabaja como un aspecto en sí mismo, es la prohibición de fumar en los edificios y sus alrededores.
Las sustancias tóxicas que produce el humo del tabaco no solo afectan a quienes lo consumen sino a todos aquellos que están a su alrededor o que comparten espacios comunes.
Eficiencia de los sistemas de ventilación:
Este punto trabaja los sistemas de ventilación de los hogares para que el aire circule y se renueve manteniendo
los niveles de humedad y temperatura de la estancia, además de controlar las partículas presentes en el aire.
De esta manera, se regula la ventilación a través de la colocación, por ejemplo,
de filtros de alta eficiencia que impiden la entrada de agentes tóxicos.
En este sentido, se basa en los requisitos de la ASHRAE para una ventilación adecuada,
trabajando el diseño de los circuitos de ventilación, al igual que introduce mecanismos para ajustar dicha ventilación
a las necesidades que surjan en cada momento del uso y, por último, antes de la ocupación del edificio éste se somete a un sistema de balanceo para equilibrarlo.
Calidad de materiales en acabados:
La calidad del aire depende en muchas ocasiones también de los residuos que dejan los materiales con que se han terminado los edificios.
Nos referimos a las pinturas, los sellados, los aislamientos o, incluso, el mobiliario.
Según el estándar de Construcción WELL, todos ellos deben evitar el desprendimiento de una serie de sustancias nocivas
para el organismo como pueden ser materiales como el plomo o el mercurio. Por ejemplo,
el uso de maderas laminadas puede ser una buena estrategia ya que no deja residuos, en nuestras construcciones,
utilizamos pinturas fotocatalíticas en techos y paredes, capaces de regenerar el dióxido de nitrógeno
( principal contaminante en las ciudades) por oxígeno y eliminar los malos olores, este tipo de pinturas tienen la certificación de calidad CRADLE TO CRADLE.
Filtración del aire:
Una de las medidas más eficaces para asegurar la calidad del aire es la instalación de un sistema de filtros
y purificación de aire electroestático con pantalla de carbón activado de alta eficiencia.
Este tipo de filtros de carbono absorben los agentes contaminantes volátiles más grandes y los filtros
de áridos se encargan de las partículas más pequeñas como el polvo. Ambos ayudan a purificar el aire interior.
Control de la humedad y evitando la aparición de moho:
El control de la humedad es esencial para una buena calidad del aire.
Se hace a través del seguimiento de los flujos del agua futuros durante el diseño del edificio.
Por ejemplo, teniendo en cuenta la resistencia de la capa freática local de la construcción,
sus sistemas de drenaje y, por supuesto, evitando el uso de materiales porosos.
Por otro lado, es importante también acometer las medidas necesarias para mantener los niveles de humedad entre el 30 y el 50 por ciento.
Tanto por debajo como por encima de estas cifras, pueden ocasionar problemas respiratorios graves,
porcentajes recomendados por la Organización mundial de la salud OMS.
En este sentido la humedad juega un papel crucial en la aparición y desarrollo de mohos,
un agente perjudicial para nuestro sistema respiratorio. Para combatirlo se usan dispositivos de radiación ultravioleta germicida,
sobre todo cuando éstos se encuentran presentes en los sistemas de ventilación.
Esta medida también se muestra eficaz sobre las superficies tanto de cocinas como de baños para que éstas no acumulen bacterias o microbios.
Así disminuyen su presencia en detrimento del uso excesivo de productos químicos.
Trabajamos con encimeras y platos de duchas anti bacterianos. Según recomendaciones del estándar de Construcción WELL
Inyección de aire:
También llamado purga, es una técnica muy efectiva, sin embargo,
necesita que el edificio se encuentre vacío antes de realizarla por lo que se recomienda hacerla
justo después de la construcción pero antes de que éste esté habitado.
Para realizarla el edificio debe encontrarse a una media de 15 grados y con una humedad relativa por debajo del 60 por ciento.
Se trata de suministrar al edificio aire a presión con el objetivo de reducir las sustancias contaminantes
que hubieran podido ingresar durante la fase de construcción. Según el estándar de Construcción WELL.
Manejo de filtraciones de aire y aumento de la ventilación:
Mientras el primer aspecto trabaja para que no haya puntos flacos en la barrera de aire del edificio el segundo trata de mejorar la calidad del aire.
Las infiltraciones de aire no solo pueden reducir la eficiencia energética del edificio sino suponer una amenaza para la salud de sus habitantes.
Se trata de analizar y descartar condiciones que puedan provocar la aparición de mohos,
plagas o la inserción de aire contaminado a través de la existencia de pérdidas de aire en la envolvente del edificio.
El aumento de la ventilación trata de mejorar la calidad del aire a través de la aplicación de las normas ASHRAE teniendo estas normas,
parámetros muy exigentes. Igual que el estándar de Construcción WELL.
Entrada limpia y protocolos de limpieza:
Otra de las medidas para evitar la entrada de patógenos es utilizar alfombras en la entrada del edificio
además de la habitual que se coloca en la puerta de los hogares.
Es un obstáculo más que se les impone a las bacterias y agentes contaminantes que puedan provenir del exterior.
En este sentido los protocolos de limpieza también deben revisarse.
Gran parte de los agentes tóxicos que podemos encontrar en el aire interior proceden de los productos de limpieza que se utilizan para higienizar.
De esta manera un uso racional y correcto de este tipo de producto mejorará la calidad del aire.
Eso sin contar, obviamente, con que no tengan entre sus componentes determinados ingredientes nocivos o,
incluso, que sean de orígen ecológico (que es lo más recomendable) Según el estándar de Construcción WELL.
Otra cuestión es mantener bien almacenados y aislados los productos de limpieza ya que este tipo de armarios suelen desprender sustancias nocivas propias de los productos que contienen.
Algo parecido ocurre con el manejo de los pesticidas muy presentes en los productos utilizados en el control de plagas.
Este tipo de sustancias nocivas además de provocar problemas respiratorios también puede irritar las mucosas de los ojos.
Minimización de la combustión:
Esto afecta fundamentalmente a las chimeneas y otros calefactores que formen parte de la climatización del hogar e,
incluso, algunos electrodomésticos. Muchos de estos elementos no gozan de un buen aislamiento
por lo que se recomienda que no estén integrados dentro del edificio.
Este apartado también comprende los espacios cercanos al edificio por la existencia de vehículos térmicos cuya combustión emite gases nocivos para el ser humano.
Como hemos visto la calidad del aire es un elemento fundamental para conservar una salud óptima,
por lo que es primordial ser consciente de los valores que presenta en nuestro hogar.
Un análisis del entorno habitable es aconsejable para introducir las medidas necesarias
para conseguir esa óptima calidad del aire porque prevenir será siempre mejor que curar.
Recuerda que Maison Plus Homes construye viviendas sostenibles, eficientes y saludables,
las llamadas WELLNESS LIFESTYLE HOMES bajo el estándar de Construcción WELL.
Agradecemos la aportación de información y verificación de datos en este post a:
CLIO BERUETE
Periodista especializada en temas medioambientales y sostenibilidad constructiva