Para conocer a fondo todo sobre las pinturas fotocatalíticas, debemos saber que la contaminación atmosférica supone uno de los problemas más graves de salud pública en gran parte del planeta. Concretamente, está directamente relacionada con el 24% de las muertes prematuras en Europa.
Si centramos el foco en España, las cifras no sólo no mejoran sino que se concretan en 16.000 muertes al año por respirar aire contaminado.
Esas cifras suponen un gasto sanitario evitable.
Una cifra que se estima entre un dos y un cuatro por ciento del PIB español.
En este sentido, el responsable mayoritario es el transporte, sobre todo el de carretera.
Sin embargo, otro de los grandes emisores de gases de efecto invernadero es el sector inmobiliario
ya que debido al combustible que se utiliza para las calefacciones,
contribuye notablemente a empeorar la calidad del aire de las ciudades.
De esta forma, las nuevas tendencias de construcción sostenible,
especialmente aquellas que integran los estándares de construcción WELL hacen especial hincapié
no solo en mejorar la eficiencia energética de los edificios sino también en mejorar y potenciar la salud
y la calidad de vida de sus ocupantes a través de la investigación de fórmulas innovadoras y ecológicas tanto en técnicas constructivas como en el uso de materiales.
Una de las medidas más efectivas para luchar contra la mala calidad del aire que respiramos
tanto en espacios interiores como exteriores de los edificios echa mano de una tecnología muy novedosa
y cuyo proceso se parece mucho al que usan las plantas durante la fotosíntesis. Se llama fotocatálisis.
Tabla de contenidos
¿Qué es la fotocatálisis?
La fotocatálisis es el proceso químico por el cual la naturaleza descontamina el ambiente.
Técnicamente, ciertos minerales, en especial el dióxido de titanio, al entrar en contacto con la luz, solar o artificial,
experimenta un proceso de oxidación que ayuda a eliminar el dióxido de carbono y liberar materia orgánica.
De esta manera, se limpia y purifica el aire a su alrededor.
Este proceso es eficaz para combatir los contaminantes más habituales como son el dióxido de carbono y el dióxido de nitrógeno tan presente en las grandes urbes.
Entendemos que esta reacción fotoquímica en la que convierte energía solar en química
utilizando una superficie como catalizador teniendo una aplicación sencilla y eficaz en la construcción.
De hecho, los materiales de construcción tratados con un fotocatalizador ayudan a eliminar compuestos orgánicos volátiles y agentes tóxicos de diversos tipos.
Estos materiales fotocatalíticos se encuentran disponibles para todo tipo de superficies como pavimentos,
fachadas o cubiertas de edificios. Además, tienen otra capacidad interesante,
la de reducir considerablemente los costes de limpieza y mantenimiento de dichas superficies ya que impiden la acumulación de suciedad.
En este sentido resulta especialmente útil y recomendable la utilización de pinturas fotocatalíticas.
Qué son las pinturas fotocatalíticas
La buena calidad del aire dentro del entorno construido es un aspecto fundamental dentro de los estándares de construcción WELL.
Y es que para generar espacios sanos y libres de tóxicos en donde respirar un aire puro y preservador de nuestra salud,
esta técnica constructiva echa mano de las pinturas fotocatalíticas.
Estas pinturas están compuestas también por dióxido de titanio que a través de un proceso de oxidación
hace que determinados componentes presentes en el aire se eliminen porque los transforma
en nitritos que al pesar más que otras partículas, acaban por caer al suelo por sí solas.
Así es como, al impedir la adherencia de estos elementos sobre las paredes,
ayuda a mantenerlas más tiempo limpias y eso mejora su conservación.
Especialmente idónea es la pintura fotocatalítica de la marca Graphenstone.
Una pintura ecológica cuya composición mezcla una base de cal junto a las fibras de grafeno,
un material que mejora el aislamiento térmico y la durabilidad de las superficies gracias a su dureza extrema.
Además, es la única que cuenta con la certificación Cradle to Cradle,
que evalúa la seguridad de un producto tanto para los seres humanos como para el medio ambiente
y cuyo objetivo es eliminar el concepto de residuo y alentar la economía circular.
Este tipo de pinturas fotocatalíticas se pueden usar tanto en el interior como en el exterior de las viviendas,
Maison Plus construcciones sostenibles utiliza las pinturas fotocatalíticas de la firma Graphenstone en todas sus construcciones, garantizando así una calidad del aire interior saludable.
Usos en el exterior de los edificios
Como adelantamos, la mayoría de la contaminación del aire proviene del tráfico rodado y se sufre sobre todo en las grandes ciudades.
Por eso resulta lógico pensar que la fachada de los edificios sea uno de los lugares donde más eficaz resultan las pinturas fotocatalíticas.
Este tipo de pinturas preservan las superficies aumentando su durabilidad y conservación por lo que se ahorra en costes de mantenimiento.
Por otro lado, gracias a su proceso de fotocatálisis se mantienen más tiempo limpias
y además eliminan parte del dióxido de carbono y dióxido de nitrógeno presente en las ciudades.
Usos en el interior de los edificios
Una mala calidad del aire dentro de nuestro hogar puede generar problemas en nuestro sistema respiratorio, como asma o alergias.
También nuestro sistema nervioso puede verse seriamente afectado.
Por eso, las pinturas fotocatalíticas están indicadas para espacios interiores
especialmente delicados como pueden ser los hospitales, los geriátricos o los centros de educación infantil.
Sin embargo, nuestro hogar también puede gozar de estas ventajas como fórmula para mantener un entorno más saludable.
Tanto en habitaciones como en los lugares de reunión, la cocina o los baños este tipo de pinturas
mejoran la calidad del aire de nuestro hogar ya que impide el crecimiento de bacterias y hongos,
al igual que elimina los olores indeseados. El proceso de fotocatálisis purifica el ambiente y reduce la presencia de tóxicos nocivos para nuestra salud.
Ventajas de las pinturas fotocatalíticas
Las excelentes propiedades de las pinturas fotocatalíticas las hacen ideales tanto para un uso externo como interno en construcciones de todo tipo.
Se convierten en un vehículo sencillo y asequible para preservar la salud de los espacios construidos.
Resaltamos algunas de sus ventajas más destacadas:
Purifica el aire:
Gracias a su componente principal, el dióxido de titanio, el proceso de fotocatálisis
produce la oxidación de las sustancias tóxicas del aire y su posterior eliminación.
Elimina olores y humos:
El proceso de fotocatálisis sirve de igual modo para malos olores y humos, los neutraliza y elimina de forma eficaz.
Pensemos en esta medida como método para combatir el humo del tabaco, por ejemplo, o de aquel proveniente de la contaminación atmosférica exterior.
Elimina bacterias y hongos:
Al igual que ocurre con las otras sustancias, el hecho de purificar el aire hace que las superficies
permanezcan más tiempo limpias y por tanto libres de bacterias y hongos.
Capacidad de eliminar la contaminación:
Por su alta eficiencia y perdurabilidad este tipo de pinturas pueden utilizarse tanto en fachadas
y paredes exteriores como dentro de un edificio para decorar habitaciones y estancias.
Gracias al proceso de fotocatálisis que elimina las partículas de dióxido de nitrógeno y dióxido de carbono,
puede servir magníficamente para eliminar la contaminación de las ciudades.
Al igual, por supuesto, que mantiene los edificios más limpios durante más tiempo.
Es ecológica y no deja residuos:
Su composición a base de cal o dióxido de titanio hacen que estas pinturas sean respetuosas con el medio ambiente ya que, además, no dejan residuos.
Fácil limpieza y mantenimiento:
A pesar de que su precio es ligeramente más elevado que la pintura convencional,
las pinturas fotocatalíticas ofrecen la ventaja de que requieren menor mantenimiento.
Además, gracias al grafeno ofrecen una perdurabilidad mayor por lo que el coste inicial se amortiza muy rápidamente.
Gran durabilidad:
Materiales como el grafeno como parte de sus componentes le confieren una mayor resistencia a la agresiones externas,
tanto a las inclemencias metereológicas cuando hablamos de exteriores como al uso cotidiano dentro de nuestros hogares.
Aplicar en nuestras paredes y fachadas pinturas fotocatalíticas es una de las medidas más sencillas
que se pueden poner en práctica en la construcción para conseguir mejorar la salud y la calidad de vida de los ocupantes de los edificios.
Su composición natural y especialmente resistente a las inclemencias hacen que la inversión inicial
se vea claramente compensada por sus prestaciones en el largo plazo.
Eso sin contar con la preservación del entorno natural y protección del medio ambiente y de nuestra salud.
En este sentido, la capacidad que le confiere el proceso de fotocatálisis a las superficies bañadas
con este tipo de pinturas de transformar las sustancias nocivas presentes en el aire
en meros residuos le otorga una facultad innovadora y revolucionaria al concepto de decoración sostenible.
Y es que al entrar en contacto la cal con el oxígeno naturalmente presente en el aire y la luz,
ya sea natural o artificial, consigue limpiar de bacterias las superficies de manera asombrosa.
Una manera ecológica y sostenible de hacer los espacios construidos lugares más saludables
para el ser humano pero también desarrollando un modo de construcción más consciente y respetuoso con el medio ambiente.
Agradecemos la aportación de información y verificación de datos en este post a:
CLIO BERUETE
Periodista especializada en temas medioambientales y sostenibilidad constructiva