Para conocer qué es y qué ventajas tiene el SATE, debemos saber que la eficiencia energética de un inmueble se ha convertido en una de las claves de cualquier construcción moderna. Por eso, la mayoría de viviendas y edificios construidos en la actualidad deben estar sometidos a los más exigentes estándares de calidad y esto está irremediablemente ligado al rendimiento energético que tengan.
De hecho, la Unión Europea, en halo de la descarbonización,
ha establecido una rigurosa legislación a la hora de licenciar las nuevas construcciones.
Y es que un uso eficiente de la energía no solo persigue reducir el consumo energético sino que procura evitar la emisión de gases de efecto invernadero.
En este sentido, también la Agencia Internacional de la Energía,
afirma que mejorar el rendimiento energético de los edificios, tanto residenciales como industriales,
así como del transporte, podría reducir la necesidad energética de la humanidad en un tercio para 2050,
lo que rebajaría a su vez las emisiones globales de CO2.
En este sentido, trabajar en la eficiencia energética de un edificio o una vivienda,
consiste en conseguir reducir su consumo energético a través de la mejora de los sistemas
de calefacción y refrigeración para obtener una temperatura estable todo el año en el interior de las viviendas,
pero también a través de la mejora del aislamiento térmico, en el interior o el exterior.
Este objetivo se puede conseguir a través de diversas actuaciones, muchas de ellas sencillas y relativamente económicas.
De hecho no hay que pensar que la eficiencia energética es solo un tema para las nuevas construcciones.
La rehabilitación energética de edificios es una de las maneras más eficaces de
conseguir descarbonizar el sector inmobiliario de cara al futuro y sobre todo para
conseguir los objetivos de descarbonización marcados por la unión Europea para 2050.
En este sentido, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, afirma que el 56% de la emisiones de CO2
derivan del gasto energético del uso de los edificios, más los costes energéticos utilizados en la construcción,
incluidos el uso de gases fluorados, residuos y transporte de materiales.
También hay que observar que una mejora en el rendimiento energético de un edificio es fuente de ahorro económico futuro,
ya que las facturas de electricidad se verán reducidas considerablemente
por lo que cualquier inversión en este tipo de actuaciones tendrán una rápida amortización.
Dicho esto, uno de los mejores sistemas de aislamiento que se pueden aplicar hoy en día a las edificaciones es el SATE.
Tabla de contenidos
¿Qué es el SATE?
Se trata de un sistema de aislamiento térmico exterior, más conocido por sus siglas SATE.
Su utilización no es nueva en realidad, lleva usándose en los métodos constructivos desde los años 50,
sobre todo en los países centroeuropeos como método para evitar las bajas temperaturas.
Sin embargo, es en la actualidad cuando se le están atribuyendo mayores beneficios y se ha convertido,
tras muchas mejoras y modificaciones en la opción ideal también para protegerse de las altas y bajas temperaturas.
Y es que el SATE se ha convertido en uno de los métodos más eficaces para mejorar
la eficiencia energética de un edificio ya que le dota de una gran protección como si fuera un manto.
Como su propio nombre indica es un aislante térmico que se coloca en la parte exterior del edificio,
concretamente en la fachada. ( también se puede aplicar en el interior llamandose SATI).
Se aplica a través de la colocación de planchas de distintos materiales y grosores que actúan como el aislante definitivo.
Además, el SATE no solo sirve como aislante térmico sino que también mejora la acústica notablemente,
evitando la filtración de ruidos tanto hacia el interior como al exterior de la vivienda.
Por lo tanto es posible que estemos ante el mejor y más económico sistema de aislamiento térmico conocido hasta ahora.
Propiedades del SATE
Algunas de ellas ya las hemos mencionado al principio pero veamos qué más propiedades podemos destacar de este sistema de aislamiento térmico exterior.
Aislamiento térmico: El aislamiento por el exterior resuelve los puentes térmicos y consigue aumentar la envolvente térmica.
Así la temperatura interior del inmueble permanece estable,
evitando la entrada al interior de cerca del 60% de la temperatura exterior,
aumentando el ahorro energético hasta en un 40%.
Aislamiento acústico: al igual que evita la fuga de calor también lo hace con el ruido.
Este sistema es idóneo sí estamos pensando en insonorizar un espacio, ya sea una única habitación o estancia o el edificio entero.
Evita la entrada de agua y humedad: como buen aislante actúa también contra el agua, las humedades y las filtraciones.
Es ignífugo: a todas estas propiedades le podemos añadir que protege contra el fuego, teniendo este una clasificación A1.
Inercia térmica: aumenta la capacidad de aguantar el calor y el frio,
como si de un termo se tratara. Cabe destacar también la capacidad de evitar las condensaciones.
Es económico: se trata, con mucho, de uno de los sistemas más económicos que se pueden instalar,
no solo por su precio de venta sino porque al procurar una mejora del rendimiento energético de un edificio,
la aplicación del SATE supondrá un ahorro futuro considerable en el gasto de suministro de electricidad y climatización.
¿De qué materiales está hecho el SATE?
Entre los materiales más comunes del SATE se encuentra la lana mineral o de roca,
el corcho, el multipor, el poliestireno o la fibra de madera. Veamos qué diferencia a cada uno de ellos.
Lana Mineral o de Roca:
se trata de un material natural que proviene de la roca volcánica.
Su principal objetivo es ser aislante térmico pero además tiene una propiedad ignífuga por lo que protege al edificio contra los incendios.
Corcho:
Se utiliza concretamente el corcho expandido cuya elasticidad permite su mejor instalación.
Además de aislar térmica y acústicamente, tiene la propiedad de no ser conductor
de electricidad así que ayuda a evitar la electricidad estática.
Multipor :
Esta compuesto de hormigón celular, su principal virtud es que es completamente ignífugo,
y destacamos su alta capacidad como aislamiento térmico, evita que las humedades se filtren y es muy rápido y fácil de instalar.
Fibra de madera:
en este caso se trata de una madera de origen reciclable.
Una de sus principales ventajas es que no produce residuos. Se utiliza como regulador de la humedad.
Poliestireno:
Hay dos tipos el expandido (NEOPOR) que es uno de los más usados (Blanco o grafitado).
Éste tiene una gran capacidad de aislamiento y es muy económico.
Por su parte, el poliestireno extruido, es similar solo que en su proceso de fabricación necesita un menor grosor para conseguir los mismos resultados.

¿Cómo se coloca el SATE?
Aislar una casa permite que un edificio use menos energía de calefacción y refrigeración
para lograr mantener una temperatura agradable. Para ello explicaremos cómo se instala el SATE,
tanto en una obra de nueva construcción como en la rehabilitación de un edificio.
El SATE se sirve de placas aislantes de distintos materiales como la lana de roca,
el corcho, el multipor , el poliestireno o la fibra de madera.
En este sentido se colocan mediante un procedimiento mecánico para
que queden bien encajadas una con otra en el exterior del edificio, a lo largo de la fachada.
Se instalan para ello perfiles de arranque para su correcto y eficaz anclaje ( este paso no es imprescindible).
Este paso es fundamental para asegurar su buen rendimiento. Para su fijación se usa una tornillería especial.
En este sentido, el anclaje y las placas deben trabajar conjuntamente ya que la longitud del primero afecta a la profundidad del segundo.
Una vez realizado este paso, se colocarán mallas de fibra de vidrio y perfiles metálicos para sellar las esquinas.
Tras este primer revestimiento, se colocará un segundo. De nuevo con malla de fibra de vidrio y mortero.
Posteriormente se aplica el proceso de imprimación con el objetivo de reforzar la adherencia de los materiales instalados.
Y ya por último, el paso final que consiste en planchar, rayar o proyectar la fachada.
Esto dependerá de cada caso, pero existen muchas posibilidades de acabado final.
Lo importante de este último trabajo es precisamente que finaliza el sellado aportando entre otras cosas la protección contra el agua.
Ventajas de instalar SATE
Las ventajas del SATE son :
- Crea bienestar, aumento del confort habitacional y ahorro energético en la vivienda, logrando ambientes frescos en verano
- (reduciendo el calentamiento en el interior hasta un 30%) y cálidos en invierno (disminuyendo la perdida de calor hasta un 70%)
-
Reduce las condensaciones notablemente.
-
Instalación en el exterior de la fachada evitando la disminución de m2 en el interior.
- Ayudas y subvenciones gubernamentales de hasta un 80% de la inversión.
-
Materiales Ignífugos, Llegando a la clase (A1)
-
Mejora la sostenibilidad ambiental.
-
Permite gran variedad de acabados y tiene una amplia gama de colores.
- Alta protección acústica.
- Máxima protección al impacto solar y a la intemperie alargando la vida
útil de la fachada, garantizando la transpiración y la
impermeabilización de la estructur
Gracias a ello podremos mantener una temperatura agradable y estable durante todo el año.
Si a eso le sumamos que nos va a permitir salvar al menos un 60% de la energía calorífica liberada
por nuestro sistema de calefacción o refrigeración porque lo va a mantener dentro del habitáculo
nos reportará un beneficio económico inmediato.
Esto ayudará a amortizar rápidamente la inversión realizada en la
instalación al reducir considerablemente el gasto energético de la vivienda.
Por otro lado, no hay que olvidar que además de ser un aislante térmico,
también lo es acústico. De esta manera, ganaremos en confort.
Una casa más silenciosa, procura entre otras cosas un mayor y más reparador descanso, además de disminuir el estrés ambiental.
Otra gran ventaja de instalar SATE es que los materiales son naturales,
lo que hace que no sean nocivos para la salud de los ocupantes del edificio.
Así, la lana de roca o el corcho, son algunos de ellos.
Por último, pero no menos importante, el coste de la instalación del sistema de aislamiento térmico exterior
tiene muy buena relación calidad precio, precisamente por las prestaciones antes mencionas de procurar un ahorro energético posterior.
Así pues, y concluyendo, este sistema de aislamiento és, con mucho,
uno de los más populares y efectivos a la hora de realizar una rehabilitación energética de una vivienda o edificio.
Su relación entre el coste y su eficacia demuestran que es una medida fiable y eficiente para ahorrar energía, emisiones y dinero a sus propietarios.
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