Hacer un edificio o una vivienda inteligente, o hacer que sea inteligente, comienza vinculando los sistemas centrales, como iluminación, medidores de potencia, medidores de agua, bombas, calefacción, alarmas contra incendios y sistemas de climatización con sensores y sistemas de control.
En una etapa más avanzada, incluso los ascensores y los sistemas de acceso pueden convertirse en parte del sistema.
Crear o transformar una vivienda o un edificio en una construcción inteligente es beneficioso tanto para el propietario como para las empresas que trabajan en él.
Estos beneficios van desde ahorros de energía hasta ganancias de productividad y sostenibilidad.
Las estrategias de construcción inteligente pueden reducir los costos de energía, aumentar la productividad del personal de las instalaciones, mejorar las operaciones de mantenimiento, apoyar los esfuerzos de sostenibilidad y mejorar la toma de decisiones en toda la organización.