WELL BUILDING STANDARD
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¿En qué consiste el Well Building Standard™?
Naturaleza Fuentes renovables Depuración del agua Mejor descanso Consumo casi nulo
El Well Building Standard™ se lanzó en 2014 y recoge los criterios a tener en cuenta para evaluar si un edificio es saludable y sostenible.
Son más de 100 puntos que desgranan por completo cada aspecto de la construcción de un inmueble y cómo ésta afecta activamente a la salud de los que lo habitan.
Fundamentalmente estos criterios se engloban en 7 áreas de análisis: Aire, Agua, Alimentación, Luz, Ejercicio Físico, Mente y Confort. Dentro de cada uno de estos apartados hay un margen de obtención de puntos bastante amplio que determinará si se otorga un certificado plata, oro o platino al espacio construido.
El Well Building Standard™ propone cumplir unos requisitos muy variados cuya aplicación también depende del tipo de edificio del que estemos hablando y de su uso particular. Y, por supuesto, éste puede aplicarse a los edificios nuevos o a los ya existentes.
Uno de los aspectos clave son los materiales utilizados.
Se pretende que éstos no expulsen residuos al aire o que, por ejemplo, neutralicen olores o sirvan para impedir la proliferación de bacterias en las superficies.
Otro aspecto importante puede ser la depuración del agua a través de filtros de carbono, sistemas de descalcificación de agua y osmosis inversa,
por ejemplo, siendo muy exhaustivo con que ésta no se desperdicie. Si nos fijamos en la iluminación, la luz deberá respetar nuestro ritmo biológico, es decir, con mecanismos que permitan graduar la intensidad de la luz en función de la hora del día y del sol, ayudándonos a obtener un mejor descanso, utilizando como referencia la iluminación Circadiana.
Todos estos parámetros están encaminados a preservar nuestro bienestar físico y emocional. Porque el ritmo actual de vida en la sociedad moderna es demasiado acelerado, demasiado artificial, el estrés nos zarandea.
La contaminación, la mala alimentación o los tóxicos presentes a nuestro alrededor nos pueden estar enfermando. Porque este nuevo concepto no solo pretende la salud entendida como ausencia de enfermedad sino potenciar y optimizar nuestra capacidad para estar saludables.
Esta guía refleja unos aspectos que se trabajan en conjunto para que tanto el contenido como el continente de una construcción preserve la salud
de sus ocupantes de una forma eficiente y sostenible.
Por otro lado, la Certificación WELL obtenida, calificará el edificio por un tiempo limitado de tres años, momento en el que se considera que las condiciones que pudieran suceder inicialmente para la obtención de una determinada puntuación pudieran haber cambiado.
Estos criterios actúan en conjunción y en paralelo con los Well Building Standards™, cuyos parámetros combinan diseño y confort con soluciones constructivas especialmente encaminadas a respetar el medio ambiente.
Una de las claves es aprovechar el espacio construido o utilizar los
materiales autóctonos de la zona.
Uno de los objetivos de este tipo de construcción es conseguir edificios de consumo casi nulo. Estos inmuebles se caracterizan por ser altamente eficientes energéticamente entre otras cosas porque en su funcionamiento consumen muy poca energía. Además, lo ideal es que dicha energía provenga a su vez de fuentes renovables.
Una de las variables que influyen sobremanera en la eficiencia de un edificio es, por ejemplo, los sistemas de ventilación o la protección contra las
radiaciones.
Porque una buena ventilación puede hacer que la temperatura sea más estable y confortable dentro de un inmueble, evitando así los
picos de consumo que provocan el abuso de la calefacción o el aire acondicionado en determinados momentos del año.
El diseño también es un elemento fundamental. Éste debe influir positivamente en nuestro estado de ánimo, bien a través de los colores, la ergonomía, las formas o la distribución de los espacios interiores.
Algo similar promueve la biofilia, que es otra corriente muy destacada en la arquitectura actualmente.
Esta línea de trabajo se basa en la relación intrínseca del ser humano con las plantas y los animales.
Ésta se asemeja a los criterios del Well Building Standard™ porque asume que el ser humano es el centro de las soluciones constructivas. De este modo propone que los edificios que le sirven de cobijo deben respetar el entorno natural en el que se localizan además de encontrarse en equilibrio con la naturaleza.
Pero, ¿cómo puede un edificio trabajar aspectos como la nutrición o el fomento del ejercicio físico entre sus habitantes?
Esto se consigue a través de la aplicación de medidas y tecnologías diseñadas para fomentar estilos de vida saludables y activos, como por ejemplo incluyendo espacios
para la práctica de deporte.
Otra medida sería reducir en lo posible la exposición de los ocupantes a productos químicos o contaminantes.